Como hemos dicho precedentemente, un buen equilibrio es capital para el agua de la piscina.
Si no se respeta este equilibrio, el agua puede volverse agresiva y atacar todos los elementos con los que esté en contacto, como, por ejemplo, el revestimiento.
Ejemplo de resultados para un agua analizada:
Equilibrio del agua
Valores obtenidos
Valores ideales
pH
6.8
7,2
unidad
TAC Alcalinidad
58
250
mg/L de CaCO3
TH Dureza cálcica
200
200
mg/L de CaCO3
Impacto sobre el equilibrio del agua:
El agua no está equilibrada, se encuentra en la zona agresiva. En efecto, la alcalinidad del agua (TAC) y el pH son demasiado bajos y la dureza cálcica (TH) es demasiado elevada.
Le aconsejamos que verifique regularmente su pH y que lo mantenga cercano a 7,2.
El TAC debe ser de 25°f aprox. para evitar las variaciones brutales de pH.
El TH debe ser del orden de 20°f (1°f = 10 mg/L CaCO3).
[caption id="attachment_9076" align="aligncenter" width="280"] Diagrama de equilibrio del agua de piscina[/caption]
Desórdenes generados por este agua
La agresión del revestimiento se debe al agua « agresiva », debido al desequilibrio vinculado a un pH inferior al pHe (pH de equilibrio).
Cuando el pH es demasiado bajo, el agua es agresiva. Disuelve las cargas minerales contenidas en los revestimientos (tipo liner). Dichas cargas son creta o carbonato de calcio y su proporción puede ser bastante importante, en función del tipo de liner.
En el lugar de la creta, quedan espacios vacíos, los cuales se llenan de agua, como ocurre con todos los materiales porosos y blandos.
La temperatura es igualmente un parámetro acelerador de este fenómeno, ya que dilata los materiales y favorece la entrada del agua en los poros.
En nuestro caso, el pHe del agua es de 7,8, por lo que disolverá el carbonato de calcio si su pH es inferior a este valor.
En la calidad del agua de piscina, el pHe es el elemento más importante. Aunque las piscinas se llenan generalmente con agua de la red más bien equilibrada (pH cercano al pHe), es OBLIGATORIO verificar REGULARMENTE el pH, a fin de mantenerlo próximo al pHe.
En nuestro caso, en un agua con un pH de 6,8 (netamente inferior a 7,8), este fenómeno se acentuará.
En estas condiciones, un agua muy agresiva creará poros o atacará la pigmentación del revestimiento; la estanqueidad, la solidez y el aspecto estético serán enormemente modificados.
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