Mantenimiento diario de su Spa

Descubra todos nuestros consejos para asegurar una calidad de agua sostenible.

Spa y Piscina, tan cerca y a la vez tan diferente

El agua de un spa se degrada gradualmente debido a las impurezas aportadas por los usuarios (sudor, crema, bacterias, etc.) o residuos provenientes del entorno. Esta propensión a la contaminación es tanto mayor cuanto que el volumen de agua es limitado para altas temperaturas y alto uso.

El propósito del tratamiento es:

• Limitar la proliferación de bacterias y algas
• Asegurar el confort al nadar
• Evite los depósitos de cal

Por lo tanto, el agua de un spa debe ser clara, desinfectada y desinfectante, pero también saludable y cómoda.

En cuanto a la piscina:

• El tratamiento de un spa incluye un componente físico y otro químico
• El 80% de la calidad del agua depende de la acción física

Si la filtración es inadecuada o no es lo suficientemente eficiente, el usuario debe tratar en exceso su spa. Pero debido a un volumen más pequeño, la capacidad de amortiguación de un spa es mínima, el tiempo de reacción es mucho más corto. El agua puede saturarse químicamente muy rápidamente, lo que altera el proceso de desinfección. Por lo tanto, el tratamiento de un spa debe ser optimizado, ya que implica una química totalmente diferente a la de la piscina.

¿Cuáles son las consecuencias de un agua mal tratada?

Irritación de los ojos, la piel, mucosas y viás respiratorias o incluso los pies para el usuario

Incomodidad de uso (espuma) y alteración del equipo (corrosión, decoloración, grietas en el reposacabezas, depósitos calcáreos, asientos ásperos o resbaladizos si hay algas presentes) para el spa.

Los 7 pasos clave para abrir un spa

1. Limpiar el depósito con un producto adecuado
2. Llenar con agua del grifo, debe evitarse el agua de perforación, ya que está cargada de metales pesados.
3. Compruebe el volumen del spa
4. Compruebe el pH, TAC y TH antes de ajustar el balance de agua
5. Realizar un tratamiento de choque adaptado al tratamiento de mantenimiento diario.
6. Establecimiento del tratamiento de mantenimiento: bromo, cloro, oxígeno activo, etc.
7. Añadir anti-algas

Preservar la eficiencia de su filtración, el paso necesario para la calidad del agua

El mantenimiento del filtro de cartucho es una operación esencial para preservar la eficiencia de la filtración y la calidad del agua. El cartucho se cambia cada año y se limpia cada vez que se vacía el spa, es decir, cada 3 meses. Para ello, debe sumergirse en una solución limpiadora:

• Diluir 1 litro de producto para 10 litros de agua
• Sumergir el cartucho durante 1 hora
• Aclarar bien hasta que no haya más espuma o producto residual: una operación crucial que se debe realizar con un peine que permite enjuagar perfectamente cada pliegue del cartucho

Mantener el control de este pH, que tiende a aumentar

El pH (potencial de hidrógeno) del agua determina la eficacia del proceso de desinfección: cuanto más alto sea, menos activo será el cloro o el bromo. Sin embargo, en el caso de un spa, la tendencia de esta variable es claramente ascendente debido a la evaporación y a la liberación de dióxido de carbono. Aunque el bromo soporta un pH relativamente alto (7,6) y es muy poco probable que los usuarios sumerjan sus cabezas, un pH alto sigue siendo un problema tanto para el equipo como para los usuarios. De ahí la importancia, al igual que en las piscinas, de asegurar el equilibrio hídrico adecuado y ajustar el pH a un nivel óptimo de 7,4 o 7,6 (para el bromo). Se optimizará el tratamiento y el consumo de los productos y se mejorará el confort.

Los beneficios del pH ajustado y del agua equilibrada

• No irrita los ojos ni la piel
• Agua no agresiva ni corrosiva
• No hay depósitos calcáreos
• Sin coloración del agua
• Sin espuma
• No hay degradación del tanque del spa
• No se agrieta la cubierta del reposacabezas
• Sin corrosión de los chorros de masaje
• Mejor desinfección

¿Cómo bajar el pH?

El ácido sulfúrico, utilizado en las piscinas para bajar el pH, es demasiado concentrado para ser considerado en un spa. Su dosis sería demasiado difícil, incluso inmanejable. Se recomienda elegir un producto en polvo (bisulfato de sodio) cuya cantidad pueda ajustarse más fácilmente. Los cristales muy finos se disuelven muy rápidamente en agua caliente, lo que permite actuar rápidamente sobre el pH. Contar 15 g/m3 (Acti pH Minus) para disminuir el pH en 0,2 unidades.

Implementar el tratamiento y prevenir interrupciones

El propósito del tratamiento regular es destruir los microorganismos presentes en el agua para desinfectarla y hacerla desinfectante. Para el spa, es común el uso de bromo. Este derivado de la sal marina tiene ciertas características que lo hacen más efectivo que el cloro en presencia de pH y temperatura altos, una configuración típica de spa.  A diferencia de las cloraminas, las bromaminas (partículas residuales no oxidadas) son desinfectantes y mucho menos irritantes.

Otra ventaja, interesante cuando se realiza un tratamiento Acti Shock: el bromo es compatible con el cloro cuando se diluye.  El cloro de choque también ayuda a reactivar el bromo presente en el spa.

Tenga cuidado, ya que es difícil cuantificar adecuadamente los agentes desinfectantes y los agentes bromados residuales, por lo que es preferible limitar su uso asegurándose de que la filtración, la circulación del flujo y el equilibrio de agua sean siempre óptimos.

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